Si anidaste en el corazón de Dragón... Por Aldo Rodrigo Sánchez Tovar
Quiero celebrar que los dos hagamos lo que nadie esperaría, que caminemos sobre firme con rumbo a estar unidos ya para siempre.
Como si fuera en realidad la primera vez de nuestras vidas, tan ligeros, tan contentos.
Que nos disfrutemos.
Que seamos pilares y soporte para nuestras familias.
No por separado, no cada quien con su familia.
Antes no podiamos, pero si me extrañaste una fraccion de lo que te he extrañado, entonces no existe pareja en el mundo que se conozca tanto, que pueda establecer fines comunes y alcanzarlos.
Te Amo.
Me conoces, sabes que no soy hombre de imposibles, no respeto a quienes se derrotan sin pelear.
Estoy consciente de todo, de mi edad, de mi salud, de tu sueño de viajar.
De todo. Yo siempre estoy consciente de todo.
Pero de nuevo...
Nunca he sido alguien del montón, hago cosas de modo muy diferente que el resto de las personas.
Estoy seguro que ahora que estas de nuevo a mi lado, nada me impide alcanzar todo lo que deseaba desde un principio hacer por ambos.
Por eso, si te quedas a mi lado, te ofrezco lo mejor de mi, porque ahora te puedo valorar y cuidar sin tantos
distractores.
Lo que quieras hacer, pero construye tu vida conmigo.
Quiero acariciar tu espalda antes de que me venza el sueño, quiero besarte hasta que cambien todas las estaciones.
Quiero cada amanecer en tu compañía, quiero las lunas que la vida nos negó, quiero que caminemos por lugares conocidos y por otros tan nuevos para ambos.
Quiero bañarte, alimentarte, cuidarte cuando estés enferma, quiero ser tu cobijo en los dias de frío.
Quiero tantas cosas que estos quince años ni siquiera me atreví a soñar.
Pero en especial, quiero que por esta vez, seas tu quien sostenga mi mano.
Porque te ofrezco algo adicional que pocas mujeres podrían atestiguar o comprender.
Tu sabes que soy un hombre de compromisos.
Un día te ví, estando yo sujeto a un compromiso y amándote como te amo, jamás hubiera dejado a mi compañera por respeto a mi compromiso.
A mi palabra.
A mi integridad como persona.
Muchos hombres pueden ofrecer muchas cosas más rápidas, más baratas, más relucientes.
Pero ninguna tan valiosa.
Hazte una sola pregunta.
¿Conoces a un hombre que te vaya a amar con la fuerza que yo, dentro de veinte años?
¿Treinta?
¿Los que nos conceda la vida?
Eso es algo que ya no tiene casi nadie.
Ni las nuevas generaciones ni los hombres de ahora, que se cansan rápido de cualquier novedad.
Yo puedo decirte que de igual manera en que te amé profundamente hace veinte años,
te seguiré amado los próximos veinte y muchos más todavía con la misma devoción.
Por eso... toma firme mi mano porque a donde quiero llevarte aún nadie ha edificado jamás.
Estoy seguro que ahora que estas de nuevo a mi lado, nada me impide alcanzar todo lo que deseaba desde un principio hacer por ambos.
Por eso, si te quedas a mi lado, te ofrezco lo mejor de mi, porque ahora te puedo valorar y cuidar sin tantos
distractores.
Quiero acariciar tu espalda antes de que me venza el sueño, quiero besarte hasta que cambien todas las estaciones.
Quiero bañarte, alimentarte, cuidarte cuando estés enferma, quiero ser tu cobijo en los dias de frío.
Quiero tantas cosas que estos quince años ni siquiera me atreví a soñar.
Porque te ofrezco algo adicional que pocas mujeres podrían atestiguar o comprender.
Tu sabes que soy un hombre de compromisos.
Un día te ví, estando yo sujeto a un compromiso y amándote como te amo, jamás hubiera dejado a mi compañera por respeto a mi compromiso.
A mi palabra.
A mi integridad como persona.
Muchos hombres pueden ofrecer muchas cosas más rápidas, más baratas, más relucientes.
Pero ninguna tan valiosa.
Hazte una sola pregunta.
¿Treinta?
¿Los que nos conceda la vida?
Eso es algo que ya no tiene casi nadie.
Ni las nuevas generaciones ni los hombres de ahora, que se cansan rápido de cualquier novedad.
te seguiré amado los próximos veinte y muchos más todavía con la misma devoción.
Por eso... toma firme mi mano porque a donde quiero llevarte aún nadie ha edificado jamás.
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