Las últimas del Dragón. Por Aldo Rodrigo Sánchez Tovar, El Último Dragón de CRONOS Tiempo de Todo!


Para quienes creen que me conocen o van llegando apenas.
Yo no soy una persona inteligente, ni amable, ni artística ni cultural.
Tengo la buena fortuna de haber coincidido por medio siglo con un montón de personas que si lo son.
Individuos con verdadero equipaje de experiencias, galardones y trayectoria.
Pensadores, activistas, seres humanos con verdadero oficio de hacer de éste, un mundo mejor.

Su seguro (no servidor), es un idiota, amargado, sobreviviente de mil fiebres, mala persona.
Si ustedes conocen algún pecado, algún rumor indecible, si alguien ha dañado el tejido de la sociedad, el mundo o el universo, seguro yo fui el retorcido que lo ocasionó todo.
Con toda seguridad maté a Kennedy, a Martin Luther King, seguro yo hice que XEFB Cadena Televisora del Norte Canal Tres, pasara a ser Canal Dos esclavo de Televisa y basurero televisivo.
Mía debe haber sido la mano que protegió a Carlos Salinas de Gortari y su hermano Raulito pilluelito para asesinar a sangre fría a su nana y planificar cómo apoderarse de México.
Si hay un crímen espantoso, ustedes nómbrenlo, si es terrible y les daría "reteharta" vergüenza ser vinculados a él, no lo hagan tan complicado... seguro yo lo cometí...
Así que si vinieron porque alguien les dijo que aquí había plastilina, buena vibra, filosofía y camaradería,
les tomaron el pelo del modo más vil...
Sólo estoy yo y no puede haber nadie peor que yo.
Si siguen aquí, están advertidos, no van a sacar nada bueno.
No van a poder vender tiempos compartidos, tamales, libros de superación, cremas de blanqueamiento Jacksoniano y demás menjurjes.
Éste es un muro atroz, abyecto, pervertido y horrendo.
Dicen que una monja carmelita pasó por aquí y se volvió satanista...
con éso les digo todo.
Así que ya "váyansen".
Ta' muy ancho el ancho de banda de la "Guaid Guorld Güev".
Paseénse por prados más verdes.
"Érriale", "sáquensen".

Fiebre, delirio... desvarío...
Siempre la fiebre me mata un poco y tal vez sea cierto lo que me vaticinaron hace años:
"El día que realmente seas feliz, serás presa de una fiebre y morirás sin meseta ni pausa"
Qué tétrico ¿No?

Hasta dentro de 24 horas no sabemos si el casco de la nave aguantará la tensión estructural.

Scotty dice que estamos en los límites. Y que los cristales de Dilitio están a punto de vaporizarse.
Chip Morton y Sharkey ya tienen listas varias cuadrillas de vatos en overol azul y rojo con extinguidores y hachas.
El Comandante Koenig por seguridad ha ordenado que todos abandonen la Base Lunar Alfa mientras pasa el fenómeno.
Mantengo curso contra el mejor juicio de mi Mentat y el Doctor Kynes.




Podré estar perdiendo la razón pero no lo más valioso que acumulé en mi vida, el amor por la buena ciencia ficción.
Si amanezco muerto como un perro, busquen el cuerpo de Darryl Revok, quizás hayamos ganado después de todo.
Bien...
Tres días de fiebre. Perdí día y medio de trabajo delirando. Tendré que reponer con mis días de descanso...
Ni modo, es lo malo de ser asalariado, se alcanzan metas pero uno se pone una flamante correa al cuello.
Pero la fiebre también me privó de dos días de ejercicio, así que para que el cuerpo aprenda que dios creó Arrakis para probar a los fieles, se acabaron los ejercicios de acondicionamiento.
Comienza la guerra para vivir afilado al máximo o morir como perro.
Ejercicio hasta sangrar, romper huesos y pedir la muerte como liberación.
Así es la forja de verdad.

Seguiré encarcelado pero fabricaré mi libertad con los mismos barrotes de mi mazmorra.
El delirio de la fiebre me reveló la pieza que no entendía. Hay un mundo en cataclismo, así como cayó la monarquía francesa, así como cayó la Europa Feudal, así como las grandes revoluciones engulleron la historia previa hay un mundo que agoniza y que desaparecerá y todo lo que he amado en la vida es relativo a él.
Quedará un mundo de opiniones idiotas, de gente reescribiendo la historia porque suena más bonito, reescribiendo los clásicos y relanzando las películas violando su esencia.
Lo pude ver con claridad.
Por fin pude ver lo que siempre me dejó del otro lado de la ribera separado de quienes creía que eran mis semejantes.
Tras de mi, hay incendio y selva agreste.
Quién sabe si las bestias y yo podamos sobrevivir a la fuerza que engulle la razón del ayer, pero no envidio a los del otro lado, se abrazan a sus novedades y lo que llaman libertades.
Que les aproveche. Y poienso pelear por mi vida y por la última parcela de lo que fue significativo para mi.








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