El Dragón te da tu "Like. Por Aldo Rodrigo Sánchez Tovar de CRONOS Tiempo de Todo!

February 22, 2016

El Dragón te da tu "Like. Por Aldo Rodrigo Sánchez Tovar de CRONOS Tiempo de Todo!

"Les dejo el "Domicilio" virtual de muchos mensajes que generé en plastilina.
Estoy planeando hacer muchos más. Si los que les he publicado, les sirven para dar un detalle bonito a tus contactos, úsenlos con toda confianza.

La idea es hacer sonreír a la gente al otro lado del teclado."

Veintidós de febrero del 2016.

Once meses rebasados del acontecimiento que más me ha herido en toda mi vida.

Lo mantuve como algo personal porque no salí corriendo a los brazos de mis seres queridos a que me ayudaran a sobrellevarlo.
Y enfrentando problemas de salud, de dinero y por supuesto emocionales, no pedí de nadie que se me brindara forma alguna de ayuda salvo buenos deseos.

También resultó un tema muy público al mostrarlo en una red social.
Aunque algunas personas se aventuraron a opinar abrupta e imprudentemente sin entender algo tan simple como el derecho de propiedad:

Yo publico lo que yo quiero en Mi Muro porque no me encuentro yendo a los suyos a "echarles bronca", darles rebatinga o portarme como cualquier dios omnipresente, y darles mi anuencia de que sigan con sus vidas.

Publicarlo fue un ejercicio de paz mental para dejar un sendero, un reguero de migas de pan con el cual poder recapitular los hechos, volver a casa cuando fuera el momento.

No niego que he recibido muestras de cariño y simpatía de muchas personas.

También me duele reconocer que algunas otras personas han resultado muy negativas y hasta tóxicas en éste proceso.

No ha faltado quien ha pensado que mi muro es el sitio donde pueden venir a soltar veneno, delirios de grandeza, filosofía de tres pesos y carencias emocionales.

Algunos se han marchado silenciosamente.
Otros, muy dignos, me han presentado su hoja de principios, explicandome que soy rudo y grosero con ellos pero que sus groserías conmigo eran puro juego y pura carrilla.

La verdad, lo que nadie notó en medio de todo este casi año, es que al principio quise hacer entrevistas para beneficio de mis amigos. éso se interrumpió porque mi salud y economía declinaron y tuve que dejar de lado mis hábitos generalmente en favor de la comunidad para centrarme sólo en sobrevivir.

Estuve enfermo, harto, triste y desesperado pero a nadie le llegó un mensaje privado pidiéndole dinero, atención o mimos.

A nadie le he pedido nada, no por falso orgullo sino porque considero que en realidad, nadie posee la llave que abre la puerta que debo trasponer yo sólo.

Así que, estando muy abatido a lo largo de once meses, he publicado experiencias muy tristes a nivel personal, pero en sus muros yo sólo les he llevado saludos, apoyo moral, buen humor o felicitaciones.

He compartido con quienes he podido sus eventos, sus ideas, sus éxitos y sus satisfacciones.

Me da risa la interpretación cuasi psicológica de alguno que otro genio del discernimiento que ha llegado a opinar, que:

a)Soy lastimero
b)estoy obsesionado con los likes ( hasta uno que otro pariente piensa así)
c)quiero atención
d)expreso debilidad
e)todas las anteriores

La verdad, bastantes amistades tengo que realmente ejercen la psicología porque estudiaron para eso y tienen toda una vida de experiencia y son los únicos que no me salen con esas animaladas.

Hace unas horas, les dejé un obsequio a muchos en sus muros, breves animaciones con buen humor donde no les he dejado un simple "like".

Y más allá del simple "like", ha sido una forma personal y distintiva de mandar una atención a los demás, un decir:
Te leo, virtualmente te acompaño y te mando un detalle para que sonrías.

No niego que ha sido un año difícil para mi.
Pero ahora veo lo difícil que ha de ser para muchos amanecer consigo mismos sumidos en egoísmo, envidia y malos modos.
A mí, todo el sufrimiento del mundo no me lleva a ser malicioso con nadie y veo con tristeza que todo el éxito, el dinero, los títulos o atenciones del mundo no le quitan lo grosero, pendejo o solitario a muchos.

Me falta poco para volver a mi normalidad (que es terriblemente distinta a la de ustedes y a su expectativa de lo que debería resultar normal para mi). Las cosas se dan cuando el ser humano rompe con lo que le ata y se decide a dar pasos en total libertad. Pero a veces nos acostumbramos y le agarramos cariño a las ataduras.

Les dejo el "Domicilio" virtual de muchos mensajes que generé en plastilina.
Estoy planeando hacer muchos más. Si los que les he publicado, les sirven para dar un detalle bonito a tus contactos, úsenlos con toda confianza.

Cuando el Licenciado Ramiro Estrada Sánchez me brindó mi primera oportunidad de dar clases de modelado en plastilina en el Museo de Cd Apodaca, Nuevo León a principios de los años noventas, elegí comenzar a enseñarles a mis alumnos poniéndoles por ejemplo precisamente mis amados artrópodos.

La comunidad cercana a la presidencia Municipal era todavía muy rural, muy agreste.

Los niños estaban en sano contacto con todo tipo de animales y eso me ayudaba a inspirarlos a repetir lo que ellos veían en la naturaleza en plastilina.

Quise que aprendieran como yo.

La gente quería que yo hiciera Looney Toons, caballeros del zodiaco y superhéroes.

Yo en cambio, quería enseñar a los niños a distinguir distintas especies y subespecies.

Es una lástima que sólo el Licenciado Estrada haya entendido y creído en lo que yo hacía en un abanico de tiempo que hace casi treinta y cinco años.

Me hubiera gustado tanto haber tenido entonces la tecnología a la que tengo alcance hoy para poder haber inspirado aún más a esa generación de niños.

He criado dos tarántulas, una llamada Graüben, hace casi treinta años y era la especie que ven en las películas, gordita, lenta y peluda.

Y en Cancún, tuve una tarántula salvaje, completamente negra e imposible de domesticar.

Se llamaba Mata Hari y yo adoraba y respetaba su temperamento indómito. amenazó con atacarme cada día desde que llegó a mi lado hasta que murió.

Cuando pequeño, me maravillaba tener en las manos las arañas "atrapamoscas" saltarinas del hogar.

El movimiento frenético de los quelíceros (chelycerae, los colmillos con los que inyecta veneno), la velocidad casi mecánica con la que sus patas generaban un giro y el resorteo al elevar el tórax y lanzar al frente cuatro patas al amenazar o hacer ritual de apareamiento me hipnotizaba.

De joven, recibí la picadura de casi todos los animales ponzoñosos, venenosos y alguno hasta mortal en casos aislados.

Lo ocultaba porque como mis padres sabían que yo era poco menos que el demonio, cada que algo peligroso me picaba, para evitar el regaño y el castigo, aguantaba fiebres, temblores, lenguas hinchadas y picores.

Me arriesgué mucho, pude haber muerto, pero la vida me sonrió.

Como scout, recibí la natural picadura de abejas, avispas, y hasta un alacrán común.

Conforme los años avanzaron, desarrollé intolerancias y alergias.

Ahora hasta la picadura de mosquitos me causa un gran trastorno físico.

Ahora no me arriesgaría a recibir la picadura de nada peor que una hormiga.

Sin embargo sigo enamorado de lo diferente que resulta la fisonomía de los artrópodos, es elegante, es eficiente. Me gustan mucho las arañas porque son seres dotados de una dignidad que casi no tiene ninguna otra especie. Hasta los insectos pueden ser entrenados y domados (y no dudo que una u otra araña) pero su moralidad es muy distinta a la nuestra, ellas matan de manera violenta porque la supervivencia no tiene sutilezas, sin embargo he vivido casi medio siglo y en ése lapso de años las he visto jugar realmente, les he visto curiosidad y casi podría asegurar que he visto atisbos de una forma de inteligencia que me ha llevado a fantasear que ellas nos entienden y nos "leen" y ellas consideran que somos unos tarados y por ello no se comunican con nosotros.

Es algo que ningún mamífero podríamos procesar si cambiáramos cuerpos por unos momentos.

Aquí sigo, en la cueva del Dragón, con tanto fuego adentro.

Mientras el mundo progresa pensando que los dragones son leyendas contadas por viejos supersticiosos.

Buena semana.

Arde mi corazón

Lucha Siempre

Delante del hierro

Ojos venideros… Sabrán la Historia. “Existen dos maneras de hacer las cosas: Hacerlas simplemente bien para llenar el requisito. o Buscar hacerlas extraordinariamente.

Es elección de cada uno.”

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