Las tribus urbanas de Monterrey.
(Misión salir de Plaza Garibaldi)
Hace tiempo, paseando por internet encontré en un blog, una disertación muy simpática acerca de las tribus urbanas de Monterrey.
Coincidí y diferí en los puntos de vista de quien lo redactó, pero guardé nota mental de que había hecho muy bien su tarea, había puesto su cerebro a trabajar en difundir con humor lo que opinaba de las tribus.
Yo en lo personal respeto a la mayoría de las tribus y aquellas a las que no encuentro puntos de convergencia, me esmero por ser comprensivo con ellas.
Sin embargo nunca creí que fuera a vivir tan cerca de las mismas que llegase a detectar lo mucho que me molestan las poses y actitudes de algunas de ellas.
Desde enero y hasta el último día de Febrero, tuve un local en Plaza Garibaldi en el centro de Monterrey.
Lo que comenzó como una mejor perspectiva para CRONOS Tiempo de Todo! se tornó en la pesadilla de Aldo Sánchez.
Ver a diario a muchachitos desadaptados, vagando, esperando la oportunidad de robar en los comercios. Ver a gente con atuendos de movimientos interesantes como el cosplay, los otakus ó los góticos, representados por personajillos ignorantes sin mayor identidad que el atuendo, me deprimieron, sin hablar de la desilusión que me provocó ver el aumento de personas que viven en una indolencia e ignorancia tales que rebasan mi capacidad de asombro.
La Plaza resulto torturante para mi, pero en mayor medida resultó una tortura para mis alumnos.
Niños sanos, educados de buenas familias, que por seguirme aguantaron frío, calor, falta de estacionamiento, baños con torniquete de cobro y la fauna poco recomendable de la plaza.
He cerrado el local de Plaza Garibaldi y me siento libre y me siento satisfecho de ya no tener que ver tantos vagos por hora.
Hice la prueba de tomar el tiempo que transcurría en una partida de Yugi Oh en alguna de las mesas de la plaza y constaté el mucho tiempo de vida que desperdiciaban jóvenes en edad de hacer deporte, de estudiar, de crear.
A mi propuesta de enseñanza me respondieron con encarguitos que de ninguna manera haría, de figuritas como si fuera un hippie sentado en un tapete. Respondieron a la invitación de tomar clases con rostros ignorantes y mentes obnubiladas por el exceso de ocio.
Sin embargo toda jornada entraña conocimiento. Tuve la oportunidad de ver muchos amigos de hace años ya.
Tuve la oportunidad de sopesar y comprender que mi reto es mucho mayor en una sociedad que prefiere dormitar en su falta de alternativas antes que tomar la determinación de encaminarse hacia su propia superación.
Decidí como siempre, tomar lo bueno y hacer con ello algo mejor. Tomé los datos de comerciantes honestos que ofrecían bienes y servicios de calidad en el área. Con estos datos difundiré su trabajo y su valía.
De igual manera, me despertó la experiencia el vivo deseo de recrear con humor las muchas ridiculeces que presencié en la plaza y como mi medio de expresión es la realización de figuras, decidí hacer una pequeña colección de los personajillos más notorios que me importunaron en la plaza y otros que llevo años viendo que no evolucionan.
En días próximos se definirá si nos vamos a explorar un nuevo local en una zona interesante de la ciudad ó si regresamos a mi casa en el centro, pero mientras tanto dejaré un muestrario de las tribus urbanas de Monterrey, en un imperfecto e incompleto estudio antropológico de Aldo Sánchez que espero haga sonreír a algunos y que como siempre desate la lluvia de ataques a mis cuentas de You Tube, My Space y otras en donde parece que nunca acaban las visitas de mocosos descerebrados que abusan del anonimato de la internet para descargar su vagancia y su falta de aptitudes para agredir como si fueran pandilleros rayando una barda. De hecho el “spam”, el invadir la cuenta de alguien más con insultos es equivalente cibernético al graffiti pandillero, no al excelso arte de expresión gráfica que enarbolan muchas buenas agrupaciones juveniles, sino el brutal y acéfalo ataque a la sociedad que realizan los pandilleros.
Las tribus urbanas de Monterrey.
(Un imperfecto e incompleto estudio Antropológico de Aldo Sánchez)
Parte 1
Los flamantes agentes de call center (Merkafon, Hispanic, Sitel)
A la voz de:
"Yo no soy un agente de Call Center. Sólo me encanta traer colgada una placa de perro al cuello y hablar de tonterías con otros, cuando no estoy hablando tonterías en una AVAYA. (Cuando no tengo tan maravillosas ocupaciones, pido cigarros regalados mientras hablo tonterías en mi cel de manos libres"
Así se presenta este personajillo capaz de volver declaración científica cualquier estupidez que se le ocurra ó que haya leído vagamente de internet. No le gusta no tener la razón porque su trabajo depende de jugar a las "fuerzitas" con los clientes por lo que difícilmente encontrarás en personas que hayan trabajado mucho en esto, un cerebro dispuesto al intercambio racional. Son prácticamente retardados mentales en cuello de camisa y gadgets "fancys".
Las tribus urbanas de Monterrey.
(Un imperfecto e incompleto estudio Antropológico de Aldo Sánchez)
Parte 2
La Afición (Tigres, Rayados y cosas peores)
A la voz de:
"Nosotros no somos cualquier aficionado. Somos atletas de alto rendimiento. Entrenados en disciplinas de conseguir un six, un cartón y una playera nueva antes de cada partido"
Así viven la emoción trepidante de ver patear un balón y de conocer nombre, nacionalidad y demás intimidades de cada jugador de la alineación de su elección. No tienen tiempo ni dinero para estudiar otra lengua, pero generalmente no les falta para el buen cartón, el abono, la playera y hasta la mordida y el corralón si se pasan de felices manejando. Basta ver sus cuerpos "musculosos y tonificados" para poder apreciar lo mucho que les deja el aficionarse al deporte del esférico. Se acuerdan que hay santos y vírgenes cuando hay una final y son muy queridos en una empresa que procesa forraje para volverlo ingerible.
Las tribus urbanas de Monterrey.
(Un imperfecto e incompleto estudio Antropológico de Aldo Sánchez)
Parte 3
Las chicas del clima
A la voz de:
"Yo no soy la chica del clima. Es sólo que me gusta enseñarles cosas a la gente mientras les hago creer que mañana no va a llover."
Ellas representan uno de los enigmas más perseguidos por los estudiosos. (Y los iletrados también)
¿Como es que si la gente le dedica tres minutos importantes a darse una idea de cómo va a estar el clima para salir a trabajar y llevar a los niños a la escuela, los caballeros parecen no recordar a los pocos minutos si dijeron que habría sol, tormentas o nevadas?
Son la delicia de las boutiques que quieran ofertar minifaldas y minicosas y son el centro de desagrado de las esposas. Y algunas ambicionan con llevar sus habilidades a la administración pública.
Las tribus urbanas de Monterrey.
(Un imperfecto e incompleto estudio Antropológico de Aldo Sánchez)
Parte 4
Los Darkies ó Darketos
A la voz de:
"Yo no soy un darkie. Ni soy un traumadito de Matrix. Es sólo que mi trabajo de agente secreto exige mucha discreción y mimetismo".
"Sus cuerpos generalmente atléticos, su sana complexión y su buen gusto en el vestir", nos dice que esta tribu urbana debería ubicarse en el más alto pináculo de la sociedad, su rostro enigmático, inexpresivo en camiones urbanos y al voltear la esquina, seguramente ha hecho sentir "segura y confiada" a mas de una ancianita ó alguna secretaria que recién ha cobrado su sueldo.
Las tribus urbanas de Monterrey.
(Un imperfecto e incompleto estudio Antropológico de Aldo Sánchez)
Parte 5
Los Emos
A la voz de:
"Yo no soy un EMO. Es sólo que mi mami estaba en su período PICASSO."
Así justifica su presencia esta escuálida forma de vida que parece alimentarse de sus lágrimas y de la música de cualquier género que suene raro y monótono.
Su vestimenta indica una gran posibilidad de daltonismo y la sana apariencia de su piel le da esperanzas a cualquier embalsamador novato.
Las tribus urbanas de Monterrey.
(Un imperfecto e incompleto estudio Antropológico de Aldo Sánchez)
Parte 6
Los Warsies (Ó fans de Star Wars)
A la voz de:
"Yo no soy un traumadito de "Estar Guars". Es sólo que con tanto monito no tengo tiempo para novias."
Debo decir que fui un tanto injusto. Los fans más enfermizos de Star Wars claro que tienen tiempo para novias. El problema es que casi no hay chicas que quieran hablar de los métodos de apareamiento de los dia-nogas, que conozcan las propiedades curativas de las raíces de los árboles de Kashyyk ni que quieran ayudar a el enfermito en cuestión a recontar la doble colección de monitos, la de los abiertos y la de los que se encuentran en empaque original (desde el 77).
Corrigiéndome nuevamente, si hay chicas así. El rollo es que creo que ni un warsie saldría con ellas.
Las tribus urbanas de Monterrey.
(Un imperfecto e incompleto estudio Antropológico de Aldo Sánchez)
Parte 7
Los Gamers (Videojugadores)
A la voz de:
"Yo no soy GAMER. Soy GAY y Mer-cenario de videojuegos"
Así habla cuando puedes sacarle una palabra a este amigo que destina sus mejores habilidades para obtener logros, emblemas y demás inutilidades que son indispensables para un aguerrido jugador que juega en línea, que juega en su psp, que juega en su pc, que tiene 6 consolas conectadas a la tele, que esta bajando la versión mas reciente de resident, y el que cuando lo encañonen los zetas, buscará el botón de pausa y si le disparan, irá en la ambulancia perdiendo el conocimiento mientras guarda sus puntos de experiencia.
Las tribus urbanas de Monterrey.
(Un imperfecto e incompleto estudio Antropológico de Aldo Sánchez)
Parte 8
Los gordos
A la voz de:
"Yo no soy un gordo bofo. Soy parte de un movimiento ecologista que busca la preservación de la energía."
Así nos habla alegre y bonachón este cerrito de sedentarismo. Este amigo de los gansitos light y las papas a la francesa bajas en calorías es un ejemplo de lo mucho que debemos agradecer el no vivir en Somalia donde encontrar un sanísimo pollo loco puede ser una experiencia frustrante.
Nuestro rechoncho amigo tal vez no gane la carrera Gatorade pero esta aquí en nuestra ciudad para recordarnos todo lo valioso a nuestro alrededor, nuestras sillas, nuestras banquetas nuestra mitad del asiento del camión. Es un enviado de Dios. (Ó tal vez ya se acabó el buffet en el cielo.)
Las tribus urbanas de Monterrey.
(Un imperfecto e incompleto estudio Antropológico de Aldo Sánchez)
Parte 9
Góticos
A la voz de:
"Yo no soy GÓTICA porque me guste el movimiento Londinense. Sólo es que soy GORDA, FEA, INSEGURA y le temo a competir en igualdad de Circunstancias."
Mientras que en Londres, Nueva York y Tokio, el movimiento Gótico representa a un sector de la sociedad más refinado y con búsquedas más intelectuales que otras tribus, la versión Charr-Goth ó peor Monte-Goth es una visión deslustrada, cuyos estandartes son individuos incapaces de encajar en ningún ambiente y que en represalia se autoexilian en una isla de negrura, rimel y mal gusto. Es triste ya que el movimiento Gótico generalmente enriquece culturalmente a los centros urbanos. (de todo el mundo menos del minimundo de Ranchorrey)
Las tribus urbanas de Monterrey.
(Un imperfecto e incompleto estudio Antropológico de Aldo Sánchez)
Parte 10
Hummies
A la voz de:
"Yo no soy un Hummie. Es que mi "Huelita" nunca le atina a mi talla cuando me trae la ropa de "Jiust'n".
Asesinos del lenguaje (de cualquier lenguaje) los hummies buscan la comodidad, la comodidad de traer los calzones al aire, la comodidad de usar gorra hasta dentro de la iglesia, la comodidad de incomodar al medio que les circunde. No todos, sólo aquellos que adoptan la moda y la pose pero que no conocen la raíz. Esta tribu nació de la necesidad de establecer una identidad propia para muchos seres atravesados en el choque cultural mexico-americano. Con él hubo un muy vasto abanico de expresiones culturales en música, atuendo y hasta en el perfil de sus vehículos y hogares. Pero muchos sólo son los Hummies de mis primeros renglones, no conocen su cultura ni sus raíces porque no reconocen cultura ni raíz alguna. Alcanzan a distinguir que no quieren aparecer fresones ni metaleros pero hasta ahí la capacidad de distinguir. El resto sólo es "adornar" al mundo con su presencia.
Las tribus urbanas de Monterrey.
(Un imperfecto e incompleto estudio Antropológico de Aldo Sánchez)
Parte 11
Los Harry Potters
A la voz de:
"Yo no soy Fan de J. K. Rowling. Sólo soy un cumbiachero descarriado."
Los Pottermaniáticos, no pueden señalar Manchester en un mapa pero te pueden describir Howarts, no saben definir alquimia pero saben todo acerca de la piedra filosofal, han leido cada libro antes de que salga a la venta y saben mucho de elfos, dragones y hechiceros, pero les pesa leer a García Lorca ó a Rulfo. Cuando los veo me da pena pensar que he leído a Bradbury, Asimov, Tolkien y Herbert, pero que nunca me ha parecido que puedan sustituir el espacio de Kant, Kierkegaard, Hegel, Keats ó simplemente Makiavelo.
Los Potters son lo mas bajo de la escala, dedican una gran cantidad de energía intelectual a una estupidez y ése sólo hecho es una forma de vagancia muy malsana.
Las tribus urbanas de Monterrey.
(Un imperfecto e incompleto estudio Antropológico de Aldo Sánchez)
Parte 12
Ese de la tele
A la voz de:
"Yo no soy un locutor vanidoso de la televisión. Es sólo que mis papis tenían Déficit de Atención y no me pelaban lo suficiente."
Es la voz de el que se baja del carro oteando los alrededores esperando que alguien le salude desde el automóvil, y que carga su pluma y sus fotos para quedar bien con aquellos que le reconozcan y que puedan ver lo humilde sencillo y tratable que es cuando por fin es reconocido.
Su carro sólo carece de espacio para un pegote que diga mírame y su indumentaria debe ser el equilibrio entre vanguardia, sobriedad y excentricidad para garantizar que los kilitos que nos sube la televisión no lo camuflen a la hora de hacer fila en el banco ó hacer el trámite de divorcio. Es bueno ser reconocido y es mejor no esperar todo lo que tienen que esperar los que "no salen en la tele".
Las tribus urbanas de Monterrey.
(Un imperfecto e incompleto estudio Antropológico de Aldo Sánchez)
Parte 13
Metaleros
A la voz de:
"Yo no miro enojado hacia todos lados porque soy METALERO. Miro enojado porque mi mami no me subió a un Pony. Y además es 14 de Febrero y nadie me regala nada. (Ni un globo).”
Siempre me ha hecho cortocircuito el profundo contraste entre ser Fan de Rock y el Metal en el mundo civilizado y Monterrey.
Un Rockero en Europa tiene familia, libros en su biblioteca, una carrera universitaria, una guitarra y tal vez sea ambientalista ó profese de manera brillante su elección religiosa.
En Monterrey (No en todos los casos pero al menos en la mayoría más joven) equivale a ser:
Ateo, Satanista ó indeciso, ignorante y a mucha honra, ser todo un héroe de Guitar Hero, gustar de lugares poco iluminados y menos ventilados y sólo tener empatía con chavas que tienen el atractivo de un pedazo de sillar. Tienen
tanto fierro clavado en la cara que cerca de un ciclotrón se mutilarían y desconocen la música de Grateful Dead ó de Jimmy Hendrix aunque si se la tarareas recordará que la tocó en el Rock Band de un primo rucón. Su pose de enojo es probablemente resultado de un mal desempeño digestivo ó su imposibilidad de recordar dónde escondieron la mota en la mañana.
Las tribus urbanas de Monterrey.
(Un imperfecto e incompleto estudio Antropológico de Aldo Sánchez)
Parte 14
Ese personaje singular
A la voz de:
"Yo no soy un personaje de caricatura. Soy una persona de carne y hueso. Con sentimientos. No se burlen de mí."
Era común en los setentas que en tu salón de clase a alguien le llamaran el "Peabody", "Takeshi", "Speedy Gonzalez" ó "El Capu".
Hoy todavía sigue la tradición y sólo se han actualizado los nombres:
"El Jarripoter", "El Saidok", "El Johnny Bravo".
Siempre habrá alguien que contra todo pronóstico parezca especialmente no ser una persona nacida de un vientre materno sino vomitado en medio de una mala pesadilla de Disney, Toriyama ó los hermanos Wayans.
Y lejos de mirarse al espejo y hacer algo por alejarse del estereotipo que les hace centro de las burlas, viven la dicotomía de quejarse por ser así tratados pero secretamente contribuyen con accesorios a mejorar el parecido, en su primer remedo de cita le preguntan a la chica si se parecen a Ludovico Peluche ó al presentarse en una nueva escuela, dicen: -Me llamo Jairo Augusto pero en la otra escuela todos me decían "Woody".
Las tribus urbanas de Monterrey.
(Un imperfecto e incompleto estudio Antropológico de Aldo Sánchez)
Parte 15
Otakus
A la voz de:
"¡Kawai! No soy un NEKO-OTAKU-HENTAIERO-SHOHERO-FUTANAIERO-ÑOÑO Y ANIÑADO.
Es nada más que estoy muy solito en el mundo y las enchiladas de de surimi y los onigiris con chipotle le dan color a mi vida mientras le rezo a san OZAMU OTOMO RINTARO por el regreso de los Caballeros Dorados en los capítulos finales de One Piece."
Mientras que el anime y el manga son un medio de expresión estilístico muy diverso y desarrollado, que han dejado un legado palpable de obras interesantes y de gran valor, los representantes del culto a las mismas en nuestras tierras no siempre son el estandarte perfecto para que todo mundo pueda apreciar su estética. Los Otakus mas extremos, lejos de ser embajadores de una cultura diferente y que podrían hacerla más digerible al no iniciado, son generalmente criaturillas de hábitos compulsivos que como sacerdotes de algún culto extraño cargan toda suerte de parafernalia consigo, su viejo tamagochi, dos tarjetas de dragon ball, un pikachu de peluche, un llavero de una muñequita ojona y una identificación de alguna sección gubernamental ficticia que guarda robots gigantes bajo tierra. Hablan a propósito con vocablos japoneses haciendo gala de ello frente a personas que les importa un rábano si lo que dicen es algún parlamento de anime o una receta de cocina oriental. La peor parte es la profunda sensación de aislamiento y desadaptación que provocan hacia el observador casual y por ello, lejos de acercar culturas, marcan mucho la distancia con otras tribus y la sociedad en general. No todo es malo, gracias a ellos y sus hábitos compulsivos, sobreviven muchas tiendas especializadas de artículos relativos al anime, los restaurantes de comida oriental (en especial los que ofrezcan chatarra que ni los orientales desean comer) y las grandes convenciones.
Las tribus urbanas de Monterrey.
(Un imperfecto e incompleto estudio Antropológico de Aldo Sánchez)
Parte 16
La Güera del Tec
A la voz de:
"Yo no soy una exhibicionista. Es que le dije a mi mami que iba a destacar a como diera lugar."
Si una joven se levantara la blusa en medio del gentío y se exhibiera silvestremente para refrescarse, uno podría pensar:
A) Que está en la isla del Padre en Spring Break
B) Que se encuentra en el Club Med y que se prepara a vivir la experiencia Europea
C) Que va a sesionar para una revista de Conejos y caballeros.
Pero en el persignado Monterrey tierra donde las empresas hacen sus peregrinaciones anualmente al Santuario de la Virgen con todos sus empleados, en el Monterrey donde se guarda la moral celosamente (se guarda en una caja fuerte para que no se escape la desgraciada), es de notar que la degradación de los valores es notoria en el hecho de que ningún miembro de las grandes familias de la ciudad recibiría con agrado la noticia de que su hija se ha encuerado frente a la plebe en el estadio, sin embargo, como la chica en cuestión lo hizo por motivos de afición aparentemente y al parecer no tiene familia que le reclame, entonces ya puede volverse un icono más de la difusión urbana pasando a ser como el sibidibidi, los dichos del profesor pilocho y las floridas declaraciones del Pato Zambrano, una mas de las muestras de por qué el eslogan de ciudad del conocimiento que enarboló Natividad González Parás, fue tan sólo eso, un eslogan tan lleno de verdad como: "Un Gobierno incluyente", "La imagen Familiar" ó " A precio por ti".
Todo mundo escucho de ella y lo grave es eso, muchos ni siquiera la vieron y opinan del particular, niños de primaria que debieran saber leer correctamente para no cometer las vergonzosas exhibiciones de falta de disciplina educativa que cometen a diario, funcionarios, diputados y hasta miembros del magisterio. La Güera del Tec es tan sólo la muestra de que en Monterrey todo aquello que apunte a degradarlo y reducir su maltrecha honra es muy bienvenido y sus embajadores son los medios de comunicación.
Las tribus urbanas de Monterrey.
(Un imperfecto e incompleto estudio Antropológico de Aldo Sánchez)
Parte 17
El Politiquillo Balín
A la voz de:
"Yo no soy un politiquín dos caras, es sólo que padezco un cuadro grave de bipolaridad que se acentúa entre mi campaña y la llegada a la silla."
Al más puro estilo de Harvey Dent, los políticos representan la caricatura de la inevitabilidad. Así como el sapo llevando a lomos al escorpión en el lago, siente de pronto la punzada de muerte mientras escucha sobre su cabeza la declaración de "no puedo evitarlo, es tan sólo mi naturaleza", así la sociedad acude a votar por el amable candidato que estrecha manos cálidamente durante una campaña, se toma fotos con bebés y frunce el ceño cuando escucha los niveles de injusticia con los que vive la gente desde hace ya muchas administraciones. Claro está, tras la elección, fiestas, declaraciones, tomas de protesta, compromisos, y planeación de agenda, cabe recordar que el otrora candidato es un ser que debe respetar las tradiciones, debe honrar a su familia empleando a los más que pueda, tan inútiles y corruptos como resulten, también amará a su prójimo como a sí mismo, desinteresadamente concederá puestos estratégicos a aquellos a quienes no se les puedan pagar los favores de campaña con un simple "gracias", no debemos olvidar la gratitud a mentores y padrinos, contratos y licitaciones deberán ser "concursados en un marco estrictamente legal" para que sólo los mejores proveedores y prestadores de servicios entren a saq... a rob... a prestar sus servicios a la comunidad. (no me des, compadre... ponme donde hay)
Y la más importante de las tradiciones a respetar: El Año de Hidalgo, el último año de el ejercicio de sus funciones, el politiquin debe saber que a la oportunidad la pintan calva, debe saber que no hay lugar como el hogar (uno en el extranjero si su silla era en los pinos), debe saber que dejar algo es promover la corrupción porque el sucesor puede deslumbrarse y perder el piso viendo abundancia, siempre será mejor dejarle poquito ó mejor, dejarle muchos pagarés y muy buenos deseos.
El politiquillo balín de esta manera, le dice conmovido y entre lágrimas al pueblo picado por la espalda con un veneno mortal:
"no puedo evitarlo... es mi naturaleza, quise defender al peso como un perro, el embate del crimen organizado nos llegó desde afuera, por mi servicio a la nación estoy orgulloso y si no fuera por mí, usted no estaría leyendo esto muchachito... en anteriores sexenios hemos visto..."
Las tribus urbanas de Monterrey.
(Un imperfecto e incompleto estudio Antropológico de Aldo Sánchez)
Parte 18
A la voz de:
"Yo no soy un ranger ni un gruperin. Soy un charrito montaperros que no sabe ni a que huele una vaca."
Cowboy. Vaquero. Ganadero. Vienen a la mente imágenes de Willie Nelson, Kenny Rogers, Dolly Parton, John Wayne y hasta Clint Eastwood. Pero por algún motivo no me parece congruente ver al folklore de montar hacia el atardecer con algún lazo común con el amiguito que tiene sus auténticas botas de piel de pulga (¿Sabe usted la cantidad de pulgas a las cuales despellejar y curtir para hacer una bota?), sus vaqueros Wrangler para la fuerte labor de montar su "troca", su hebillón de miedo que podría usarse para sintonizar señales extraterrestres en el SETI, su sombrero que protegerá sus ojos y su cabeza del azote de las fuertes luces del... rodeo, del rodeo de viejas borrachas y otros cuasivaqueritos que estarán baile y baile al son de melodías tan campiranas como: "ya no te marco a tu celular " y otras bellezas vernáculas (ja ja ja).
Los rangers son la foto pixeleada y de mala resolución del hombre que trabaja en el campo y que vive en contacto con la naturaleza, los rangers son por tanto en la ciudad tan ridículos e innecesarios como un buzo de scuba en el chapoteadero de los niños.
Las tribus urbanas de Monterrey.
(Un imperfecto e incompleto estudio Antropológico de Aldo Sánchez)
Parte 19
Vagos
A la voz de:
"Yo no soy un vago indefinido. es solo que... tomar una identidad me parece SNOB y antitarantiniano."
Esta tribu crece exponencialmente y es la más extranjera de todas.
Esta tribu está conformada por individuos que no se identifican entre si ni con ningún otro grupo. Desprecian lo infantil de algunos grupos, lo burdo de otros, lo vanidoso de los más, parecen fascinados con cintas como Scarface, Kill Bill, Pulp Fiction y recientemente Bastardo sin gloria.
Pero ni esto les permite homogeneizarse con otros con gustos relativos.
Cada individuo se considera una cepa aparte y se caracterizan por incluir en su vestimenta prendas que abarcan desde los años setentas ochentas, noventas y elementos de modas tan dispares como afiliaciones deportivas ó agrupaciones de rock.
No les considero vagos por el hecho de dedicarse a la vagancia, sino por la vaguedad de su propósito.
No parecen interesados en defender una postura particular, sino que parecen sabios de la calle dispuestos a sostener una acalorada discusión defendiendo el valor del mensaje social de los Simpson aunque no dudarán en atacarlo si se encuentran con que su interlocutor es un fan profundamente versado en el tema.
Los vagos son eso, fantasmas en cuyo velo translúcido se vislumbran matices de todo y de nada. Pueden defender la lectura de Neruda pero no han leído más que medio libro y muchas referencias de internet. Son por tanto una población que no echa raíces y que no se afianza en basamento alguno.
Son identificables porque viven euforias pasajeras en las que parecen querer encontrar (generalmente en internet porque es más cómodo) todo lo relacionado a algún tema que pique su interés, y posteriormente se dejan adormecer una vez han saciado su curiosidad.
Son perniciosos porque sin proponérselo alimentan el culto al reggaeton en el cual, sin disciplina alguna toman lo mejor de la cultura de todos los tiempos, lo lanzan a una licuadora y lo ingieren sin método alguno.
Creen comprender todo acerca de un tema pero sólo lo juzgan por las vagas e improbables fuentes a las que han tenido acceso y no han pagado ningún precio académico por el conocimiento (si es que se puede llamar conocimiento al estudio caótico) que han adquirido y por ello sus juicios son vanos y carentes de fundamento.
Se llaman a si mismos iconoclastas y vanguardistas pero la verdad es que tienen el valor intelectual de una novelita de juegos de rol: El final depende de lo que elijas en el camino.
Son afectos discutir y a no estar de acuerdo con nada y su afición principal es meterse en donde no les importa contando en su mayoría con los más acérrimos "trolls" y "spammers" de internet.
Las tribus urbanas de Monterrey.
(Un imperfecto e incompleto estudio Antropológico de Aldo Sánchez)
Parte 20
A la voz de:
"Yo no tengo la menor idea de que hago aqui"
Totoro es la falla de pronunciación japonesa de una niña pequeña (Mei) que llama totoro a un troll ó duende del bosque en la cinta, Mi vecino Totoro del estudio Ghibli. Y se incluye en este análisis desenfadado para ilustrar que "ni son todos los que están ni están todos los que son". Totoro es un invitado que me ayuda a mostrar con humor que lejos de sentirse agredidos algunos deberían reflexionar acerca de su manera de enarbolar un fandom ó una identidad.
Este análisis muestra con humor negro lo ridículo que es llevar al extremo cualquier pose. Muchos de estos grupos han sido originados por movimientos muy sólidos con propuestas culturales definidas y cuyos íconos son personas que merecen el mayor de los respetos y el problema es que muchos de sus émulos, son personajillos patéticos que en nada se parecen a aquellos de quienes han tomado el ejemplo.
Para realizarlo se tomaron tres disciplinas diferentes y se hicieron interactuar en un modo en el que ya quisieran realizarlo algunas universidades, se usaron artes para bocetar y posteriormente tridimensionalizar en plastilina a cada personaje, se usó psicología para determinar las fronteras de los motivos, limitantes y mensajes que cada grupo arroja y se empleó literatura para poder redactar de manera concisa y elegante un texto que no resulte el caótico texto casual de cualquier blog, plagado de faltas gramaticales y ortográficas.
Por lo anterior el triple valor de este ejercicio: el artístico, el antropológico y el estilístico son rematados con el aspecto de que el humor no requiere de escatología ni sangre para ser un vehículo.
Es mi venganza a los miles de vaguitos que tuve que aguantar en una placita del centro de Monterrey y a la vez es mi homenaje a las muchas personas que se esfuerzan por hacer de nuestro mundo uno más diverso y lleno de propuestas.
Cierro como siempre reiterándole a quien vea estas figuras y comience a hacerse ideas: Todas las figuras de plastilina las realicé en cerca de cinco horas hábiles, siendo la de mayor tamaño de 12 cm de alto, en plastilina normal sin aditivos ni estructura de ningún tipo fueron tomadas con una cámara de video conectada a una pc maltrecha y matizadas en adobe photoshop. No realizo trabajos sobre pedido para nadie porque padezco artritis y prefiero dedicar mi habilidad a la enseñanza que a la vulgar producción artesanal ó de caprichitos de la gente. No hay gente civilizada en Monterrey que pueda pagar lo que vale mi tiempo y concentración además de que yo trabajo generalmente mejor con obra original que copiando figuras existentes ó preconcebidas. El Totoro es muestra de que no me es imposible hacer una figura basada en la obra de alguien más pero las otras 19 figuras ilustran perfectamente que prefiero mil veces realizar mi propio concepto sin aceptar la imposición de nadie respecto al color ni el tamaño ni ninguna orden que adultere mi proceso creativo. Nuevo León es tan vulgar y rústico que jamás he tratado en treinta años con gente que comprenda y acepte eso. Por esta razón adicional, no tomo trabajos bajo encargo de nadie.
Existen muchos brillantes jóvenes que realizan figuras de plastilina sobre pedido en la ciudad, si usted desea contactarlos búsquelos en plazas, en anuncios en mercado libre e incluso a través mío, pero por favor comprenda que mis tarjetas de presentación y la difusión de mis talleres jamás incluye la leyenda: "Se hacen figuras al gusto" no me anuncio como realizador por encargo y me ofende sobremanera que la gente me busque para ello cuando lo que yo promuevo es la enseñanza para la realización de trabajos en plastilina.
He salvado las figuras para posteriormente realizar algunas experimentaciones de "clay-mation" ó "stop-motion" que obviamente no es ni fácil ni rápido de hacer pero que disfruto enormemente, depende mucho del estado físico de mis manos que con los fríos recientes no están bien del todo y que mi equipo no es ni el más moderno ni el más apto para la tarea, aunado esto a que mi trabajo en un ridículo call center me limita en tiempos para dedicarme a sesiones exhaustivas de "shooting" (fotografía) pero de cualquier modo ya subí varias animaciones anteriores a mi cuenta de YouTube para delicia de vaguitos que redactan con pésima ortografía críticas malsanas y carentes de fundamentos. (baste visitar las cuentas de los que critican para ver que generalmente tienen un solo video en sus propias cuentas donde generalmente exhiben su pequeña y pobre creatividad)
Sin embargo ya subí una secuencia fotográfica de estas tribus así como la galería de trabajos de un talentoso realizador de figuras de plastilina de Daniel Alejandro Palos Alba de Aguascalientes que me ha solicitado mostrar su trabajo y que hago encantado de la vida ya que siempre veré a otros realizadores de obra en plastilina como hermanos que vale la pena difundir su trabajo y admirar, muy lejos de la tarea y consigna de los "crítico" que he citado antes. (de cualquier modo me encanta que se metan a insultar en mis videos de YouTube porque mientras se exhiben en toda su ignorancia, alimentan con "hits" ó visitas cada video.
Aldo Rodrigo Sánchez Tovar
aldocid@hotmail.com
044818 206 31 74
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